Foto de la presa del portal www.iagua.es.
Redacción
La Viceconsejería de Cultura de la Junta de Castilla-La Mancha ha iniciado el expediente para declarar Bien de Interés Cultural (BIC), con la categoría de Monumento, la Presa de Estremera, situada en los municipio de Leganiel (Alcarria conquense) y Driebes (Guadalajara), donde se encuentra la mayor parte de la instalación. Se trata del único ejemplo que se ubica en España de presa de contrafuertes tipo Ambursen de las 1.400 existentes, una “singularidad técnica constructiva” y un “diseño innovador y excepcional” a los que se suman su "buen estado de conservación” y su “particular adaptación a los usos y actividad tradicional del transporte de la madera, hoy extinta”, tal y como expone el anuncio publicado en el Diario Oficial del 7 de mayo, rectificado en otra anuncio el día 16 para eliminar el calificativo de “romana”.
Los gancheros transportaban la madera por el río Tajo. Foto: Turismo Castilla-La Mancha.
Esta edificación de 13 metros de altura sobre el punto más bajo de su cimentación, embalsaba unos 290.000 m3 de agua para alimentar el canal de riego de Estremera contando, como particularidad, con un canalillo especial utilizado por los gancheros, un oficio desaparecido que consistía en el transporte de troncos de madera flotando aguas abajo por el río Tajo. Está fuera de uso desde que en 2009 se modernizó la instalación y se abandonó el riego mediante canal sustituyéndolo por bombeos directos desde el río.
La complejidad que presentaba el terreno sobre el que se construyó (materiales blandos) precisaba una armazón más flexible y liviana por lo que se recurrió a las presas ideadas por el ingeniero noruego Nils F. Ambursen, diseñadas para disminuir el volumen de hormigón consiguiendo unas estructuras más ligeras y económicas. Para ello aprovechaba el propio peso del agua sobre un paramento inclinado de placas de hormigón armado que transmitían la carga a los contrafuertes y de estos al cimiento. Estas presas fueron muy populares durante la primera mitad del siglo XX, datando la primera de 1903, aunque el proyecto de Estremera y no se aprobó hasta mayo de 1941. La ejecución de la obra se autoriza en febrero de 1942 pero no se inicia hasta agosto de 1944 y durante su ejecución se realizan modificaciones, acabando la obra en 1951, con varias actuaciones de consolidación posteriores que apenas han alterado el diseño original.
Junto a la presa se conservan también varias edificaciones construidas en la misma época, como una torre de transformación, una vivienda para mantenimiento y almacenes, además de una pista de bolos y otra de tenis de que no son coetáneas. En la boca del antiguo canal, ahora tapado, pusieron una escalera de peces para permitir a éstos que remonten el río Tajo, pues los mecanismos de protección también afectan a su entorno en ambas orillas. Desde el punto de vista geológico, sus alrededores están constituidos por un sistema kárstico compuesto por yesos y arcillas, en una “amplia campiña de valles abiertos, suaves oteros y plataformas cenozoicas, que confieren a la zona un alto valor paisajístico”.
Entorno de la presa de Estremera. Foto: Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.
Como BIC, la presa de Estremera y su entorno gozarán de la máxima protección y tutela y su utilización estará siempre subordinada a que no se ponga en peligro su conservación y sus valores por lo que cualquier cambio deberá ser autorizados por la Consejería competente en materia de Patrimonio Cultural. Así, queda prohibida la instalación de “publicidad, cables, antenas, conducciones y cualquier otro elemento que perjudique la adecuada conservación del inmueble o menoscabe la apreciación del bien dentro de su entorno”. Eso sí, se permitirán todos aquellos usos del monumento que sean compatibles y contribuyan con su puesta en valor y disfrute patrimonial.