Cuatro músicos forman 'Dulzaineros Pipirigay', aunque pronto incorporarán un quinto.
M. Raspal Jorquera
Cuatro conquenses con profesiones que nada tienen que ver con la música dedican dos tardes de diario a ensayar y algunos fines de semana a hacer disfrutar al público, la mayoría de las veces hasta ahora “por amor al arte”, especialmente en los pueblos, donde las personas mayores les reciben con gran emoción y alegría. Juan Carlos y Elena con las dulzainas, Mercedes con el bombo y David con la caja formaron en el verano de 2016 el grupo ‘Dulzaineros Pipirigay’, un nombre sonoro que no tiene ningún significado pero que se asemeja al que produce ese instrumento tradicional en la provincia cuya música y bailes quieren recuperar.
Según ha explicado a esta redacción uno de ellos, David Zarzuela, natural de Villanueva de Guadamejud, experimentan la mayor satisfacción cuando una señora mayor empieza a bailar una jota pese a que apenas poder moverse, como les ocurrió en Mazarulleque, o cuando un vecino de Olmeda de la Cuesta que no podía salir de su casa llora de la emoción al visitarle. Entonces todo merece la pena.
'Dulzaineros Pipirigay' ha enviado en exclusiva a esta redacción su nuevo logo.
Zarzuela cree que la dulzaina es un arte que, lamentablemente “se ha ido dejando perder, por unos y por otros” pese al arraigo que tiene en Cuenca, aunque señala que por suerte hace unos años se abrió una escuela en la capital de la que han salido varios músicos jóvenes y espera que se pueda ir rescatando. De hecho, su grupo está en proceso de incorporar a un nuevo componente, Abel, que está aprendiendo a tocar la dulzaina. En su opinión, una buena forma de recuperar la música y los bailes tradicionales sería incluir estas materias en los cursos de la Escuela de Música del Ayuntamiento de Cuenca, algo que se ha pensado en alguna ocasión, pero que por el momento no se ha materializado. “En nuestros pueblos es muy difícil, pues no hay apenas gente joven”, añade.
Este músico alcarreño conquense —que también forma parte, junto con Juan Carlos, de la rondalla ‘Los Rondarores’— apunta que tampoco existe ningún tipo de ayuda directa a los grupos y ni siquiera les dan facilidades para encontrar un sitio donde poder ensayar. Solo destaca el Programa TALÍA de la Diputación de Cuenca —en el que están incluidos— que ayuda económicamente a los Ayuntamientos para que puedan contratar a diferentes tipos de grupos artísticos pagando, en este caso, solo los gastos de desplazamiento.
Actuación en el Mercado Medieval de Castejón en 2017.
Aunque hasta la fecha no han tenido demasiadas actuaciones, ya han pasado por Tragacete, Valdecolmenas de Abajo, Huélamo, Villaconejos de Trabaque, Uclés, Mazarulleque, Olmeda de la Cuesta, Castejón, Villar de Olalla, Villanueva de Guadamejud y Huete amenizando procesiones, mercados, pasacalles y rondas con un repertorio de lo más variado (pasodobles, reboladas, jotas, seguidillas, fandangos, valses, polcas, música antigua, cancionero infantil y música popular actual) y también bailando “lo que haga falta” pues, según Zarzuela, eso anima mucho a la gente.
Más informacion en la página de Facebook de ‘Dulzaineros Pipirigay’.