Diego Castillejo en su exposición 'Alcarria, AZ'. Foto de Carlos Morcillo.
M. Raspal Jorquera
Montañas rojizas, estepas yesosas, bidones oxidados, edificios antiguos, naves abandonadas, cementerios de barro...Estas imágenes que recuerdan a un paisaje del oeste americano en realidad pertenecen a la Alcarria conquense. El fotógrafo Diego Castillejo ha retratado “la soledad y el abandono” de una comarca desconocida para muchos, incluido él mismo pese a que tres de sus abuelos son de Cañaveras, Cuevas de Velasco y Bonilla.
Para acercarse a sus raíces y como homenaje a sus antepasados y a esta “tierra olvidada”, en febrero comenzó un “viaje fotográfico” que acabó en julio recorriendo sus pueblos y captando sus paisajes, ya que apenas encontró gente en ellos pues la zona forma parte de esa “España vacía” que Sergio del Molino describe en su último ensayo (Paisajes extremos y desnudos, desiertos, montañas áridas, pueblos imposibles y la pregunta constante: quién vive aquí y por qué. Cómo han soportado siglo tras siglo, el aislamiento, el sol, el polvo, la desidia, las sequías e incluso el hambre). “Había días que no me cruzaba con nadie y eso es lo que he reflejado”, ha explicado a esta redacción tras la inauguración de la muestra ‘Alcarria, AZ’ (en un “guiño” a sus similitudes con la Arizona estadounidense), que se puede visitar hasta el 30 de septiembre en el Centro Cultural Aguirre de Cuenca, dentro del programa ‘Días de ARTE conquense’.
Fotografía tomada entre los términos de Portalrubio de Guadamejud y La Peraleja.
En esta exposición de 30 instantáneas en color —ya que el trayecto estuvo “repleto de ocres, dorados y rojizos”—, además de sus tres pueblos de origen como eje, aparecen La Ventosa, Villanueva de Guadamejud, Huete, Priego, Moncalvillo y el término entre Portalrubio de Guadamejud y La Peraleja, entre otras escenas “áridas, vacías, atemporales, olvidadas y hasta, en ocasiones, cinematográficas”. Y es que su intención también es reconocer la belleza de una comarca muy próxima a Madrid pero que, paradójicamente, es la “gran desconocida” de las tres zonas de la provincia. “No busques monumentos o iglesias aquí. 'Alcarria, AZ' es simplemente eso, un viaje por nuestra Arizona particular”, apunta.
Además, el proyecto ha supuesto un “reto” profesional para este artista de Cuenca que suele realizar un tipo de fotografía más dinámica —la callejera— y que en esta ocasión ha dejado su la cámara sobre un trípode para centrarse en el paisaje. Próximamente, su idea es llevar la muestra también a Huete, a Priego y a alguno de los pueblos de sus abuelos, sin descartar salir también de la comarca para darla a conocer.