Tras las huellas de una Alcarria por descubrir, la conquense
¡HAZ TU DONACIÓN!
PUBLICIDAD
Carlos Clemente Torrijos, presidente de la Cámara Agraria Provincial (CAP) y fundador y presidente de la Fundación Cuenca Agraria, durante la entrevista con 'La Alcarria Es Más'.
Mónica Raspal Jorquera
Armar a la sociedad civil de Cuenca y reestructurar los valores perdidos priorizando para ello el conocimiento es el ambicioso fruto que espera recoger Carlos Clemente Torrijos, presidente desde hace más de 37 años de la Cámara Agraria Provincial (CAP), quien sembró a finales de 2014 la semilla de la Fundación Cuenca Agraria, una entidad sin ánimo de lucro constituida al amparo de la primera pero con “personalidad jurídica propia y capacidad de obrar”, que floreció el mes pasado con la aprobación de su Plan Director para 2016 y su presentación a la ciudadanía y medios de comunicación. Con el apoyo total del Pleno de la CAP (y siete patronos de las tres comarcas) y tras un exhaustivo y extenso trabajo de su fundador y presidente, este asegura que la corporación “ha llegado para quedarse” pues, como ese árbol que sostienen las manos de la imagen que la identifica, ya ha echado raíces en tierras conquenses para consolidarse y no dejar de crecer.
El Comité Rector de la CAP y los patronos de misma junto al secretario. Foto: Fundación Cuenca Agraria.
Como explicó en una entrevista personal con la redacción de La Alcarria Es Más, la intención al frente de la CAP de este agricultor e ingeniero agrónomo que fue senador por Cuenca en la primera legislatura de la democracia, ha sido siempre preservar el patrimonio generado o creado por los agricultores y ganaderos de la provincia —edificios adquiridos y masa común sobrante tras las concentraciones parcelarias— y preexistente en las antiguas cámaras agrarias locales. Estas se constituyeron por real decreto con el Gobierno de la Unión de Centro Democrático (UCD) en 1977 (más de 8.000, una por municipio), heredando uno anterior de 1890 y las propiedades de la antiguas hermandades sindicales. Constituidas como corporaciones de derecho público, un año después otro real decreto publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) convoca elecciones para nombrar a sus representantes en los plenos locales, comarcales y provinciales.
Declaración de principios de la fundación en su página web.
La función de esas cámaras era administrar los bienes comunes en beneficio de todos, algo que 40 años después, según Clemente Torrijos, ha quedado "desvirtuado”. Y es que cuando las autonomías empezaron a reclamar los derechos históricos y las competencias previstas en la Constitución Española del 78, la mayoría optaron por eliminarlas, expropiar sus bienes y donarlos —en el caso andaluz, por ejemplo, a los sindicatos del campo y a los de clase, CC.OO. y UGT—, algo que, en su opinión, “no se debió consentir”.
En el caso de Castilla-La Mancha, que recibió las transferencias en 1996, el Gobierno socialista presidido por José Bono elevó a rango de ley el decreto de cámaras, disolviendo las locales pero manteniendo las provinciales —aunque actualmente solo la conquense sigue existiendo— y dejó los bienes de cada municipio en manos de los ayuntamientos al considerarlos la única corporación de derecho público, cuando también las cámaras lo eran, aunque algunos pueblos lo pelearon y se dividió a partes iguales. Sin embargo, esa normativa también preveía la creación de una Comisión para inventariar las propiedades de cada localidad, punto que cumplió “escrupulosamente” el entonces delegado en Cuenca de la Consejeria de Agricultura de la Junta, José Carricondo Martínez, yendo con los secretarios provinciales y otros funcionarios durante tres años de pueblo en pueblo y levantando actas para dejar constancia detallada del patrimonio de cada cámara.
Documentación expuesta durante la presentación de la entidad. Foto: Fundación Cuenca Agraria.
Gracias a este trabajo previo, tras conocer el anteproyecto de ley con el que el Ejecutivo popular de María Dolores de Cospedal pretendía la pasada legislatura disolver también la CAP, Clemente Torrijos comenzó el proceso de "salvaguardar los bienes al abrigo de la fundación sin ánimo de lucro" que ya es una realidad. Su gran pregunta es por qué no se hizo lo mismo en el resto de provincias, a las que anima a aprovechar su ejemplo para restaurar las propiedades a sus "legítimos dueños".
A partir de ahora, su intención es gestionar lo mejor posible los recursos para que sus beneficios reviertan en el desarrollo de la provincia, implicando para ello a la sociedad civil conquense. El primer paso es mantener unos bienes valorados a día de hoy en más de 14 millones de euros —3.500 hectáreas rústicas en 92 pueblos (unas 800 en la Alcarria conquense), 97 edificios urbanos y 630.000€ en capital— y el segundo inventariar todos los locales para ver en qué situación se encuentran, si están en ruinas, vacíos u ocupados, opción esta última ante la que hablarán con el inquilino para que pague por ello.
Un momento de la entrevista concedida por Carlos Clemente a esta redacción. Foto: Paz Risueño.
Dado el carácter "totalmente solidario" de la corporación, la mitad de los ingresos los destinarán a lo que Clemente Torrijos considera más importante, becas educativas para los hijos de agricultores y ganaderos de esas localidades (financiando, por ejemplo, los libros de texto que ya no son gratuitos) y el resto a la promoción de eventos culturales y deportivos que contribuyan al desarrollo y la dinamización de Cuenca, para dar a conocer la marca apoyando iniciativas de calidad. Además, siguiendo el lema de "emprender para prosperar", insiste en que la Fundación Cuenca Agraria está abierta a todo tipo de propuestas y colaboraciones que promuevan el conocimiento y el empleo en el entorno rural de la provincia. De hecho, ya ha iniciado los primeros contactos con entidades como la Fundación Emplea, la Red Anida o la Fundación ICO, aunque su idea es crear un consejo asesor que proponga ideas y proyectos para la consecución de sus objetivos.
Así, espera que todo ello conforme el abono necesario para que el árbol crezca sano y fuerte y sus frutos consigan alimentar la esperanza de una "adormilada" sociedad conquense en un futuro lleno de oportunidades.
Más información en www.fundacioncuencaagraria.org.
Sin comentarios
Quiénes somos
