Tras las huellas de una Alcarria por descubrir, la conquense
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Foto de Goyo Moraleja durante una actuación de Cuenca Cultura Viva.
Mónica Raspal Jorquera
Quizá nos cueste imaginarlo pero hubo una época en la que no había ni radio ni televisión, ni siquiera leña para calentarse, y la gente de los pueblos, al finalizar la jornada, se reunía al calor de los animales en la cuadra, donde se entretenían contando historias, bailando y cantando canciones como El prisionero, La mora cautiva, La doncella guerrera, La "señá" Eulalia o ¿Dónde vas Alfonso XII?. Pero también amenizaban sus tareas cotidianas, cuando iban a labrar, a segar, a coger aceitunas o a realizar la matanza, con cánticos que ya se han perdido, excepto los rescatados por gente como Goyo Moraleja, contable y agricultor de profesión pero músico de vocación, nacido en Villalba del Rey y actualmente residente en Carrascosa del Campo. Como ha relatado a esta redacción, hace muchos años que comenzó, magnetófono en mano, a recoger de boca de los mayores de los pueblos de la Alcarria conquense ese folclore tradicional para incorporarlo a los grupos musicales de los que ha formado parte y evitar así su total desaparición. Aunque sigue haciéndolo, cree que “lo que no se ha rescatado ya no se va a rescatar porque está muy contaminado” y porque “la gente mayor ya no transmite como antes y se les olvida. Ya no se habla en familia”.
Fotograma de la actuación de 'Romancel Folk' en el Auditorio de Cuenca de Cuenca Cultura Viva.
Moraleja cuenta que su afición por la música le viene desde la infancia, probablemente heredada de su abuela, a la que escuchaba cantar villancicos junto a sus hermanos alrededor de la lumbre, y de su abuelo, que de joven fue pastor y le construyó una flauta con caña. También puso su granito de arena un profesor del colegio de su pueblo, que le descubrió al 'Mester de Juglaría' y al folclorista zamorano Joaquín Díaz, de quien incorpora algún tema en su repertorio actual. Aunque sabe que como músico no va a ganarse la vida, es su pasión y se ha formado y ha aprendido a tocar todo instrumento que ha caído en sus manos —entre ellos la dulzaina, la flauta, la guitarra, el laúd o la bandurria— y ha formado parte de los grupos conquenses ‘Voces y Esparto’ y ‘Rondadores’ y del ya extinto ‘Guadamejud Folk’, que surgió en su localidad, Villalba del Rey.
Actuación de 'Romancel Folk' en Huete. Foto de Luis Miguel Martínez.
Con el mismo empeño de conservar y difundir ese patrimonio musical en vías de desaparición, hace tres años fundó el dúo ‘Romancel Folk’ junto a Luis Miguel Martínez, presidente desde hace 35 años del grupo folclórico ‘Virgen de Magaceda’ de Villamayor de Santiago. Aunque sus actuaciones se han visto limitadas por la pandemia, este año han tenido cuatro y forman parte del Programa Talía de la Diputación de Cuenca, lo que Moraleja considera un "buen apoyo" para ellos. Además, matiza que su objetivo no es participar en demasiados eventos sino, de forma relajada, llevar su repertorio a ese público minoritario interesado en conocer o recordar lo que se cantaba antiguamente, de hecho, más de uno se sorprende rememorando letrillas que no escuchaba desde su juventud.
Y es que ellos no son un grupo folclórico al uso pues el 90% de lo que interpretan son romances, aunque también cantares tradicionales y folclóricos, como jotas y seguidillas, transmitidos de forma oral y recuperados principalmente en la Alcarria y la Mancha conquense, adaptándolos a su estilo pues aclara que existen “muchas versiones” desde que los juglares los cantaban en los pueblos y los vecinos los recogían a su manera. De cara a las navidades, entonarán los Villancicos de la abuela, cánticos que no son los populares que conocemos en la actualidad y que muchos no han oído nunca. Es el homenaje que el músico de Villalba del Rey hace a quien les amenizaba con su voz aquellas inolvidables noches al calor del fuego.
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