Tras las huellas de una Alcarria por descubrir, la conquense
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Mónica Raspal Jorquera
Aunque nació y durante su infancia estudió en Tarancón, Maite Orozco Calvo se crió en Leganiel hasta que a los 18 años se trasladó a Madrid para cursar Sociología en la Universidad Complutense. Desde entonces estuvo yendo y viniendo a su pueblo para ver a su familia pero nunca llegó a cambiar los datos del DNI, porque siempre vio como “provisionales” los lugares en los que vivía. Hace un año se le presentó la oportunidad de "parar y darse un respiro" volviendo al que denomina “campamento base familiar”. Dejó su trabajo en una consultora y, aunque al principio no tenía muy claro por dónde continuar, de manera natural terminó por dedicarse a lo que sabe hacer, el diseño digital, pero un entorno “más cómodo y tranquilo”. Hoy, con casi con 49 años, se siente una vecina más del municipio y asegura que la transición ciudad-campo ha tenido “poca fricción” para ella. Como cuenta en esta entrevista concecida a Alcarria Es Más, considera que el teletrabajo es una realidad que ha llegado para quedarse y una oportunidad también para el mundo rural pero matiza que “hay más charla emprendedora que apoyo emprendedor” real y que los que se deciden por ello están solos y deben contar con “herramientas y recursos propios” para sacar sus proyectos adelante.
-Pregunta: ¿Cómo te decidiste a ello a iniciar tu andadura en solitario ofreciendo tus servicios de diseño en el entorno rural?
-Respuesta: Internet para mí es un medio natural. Estar en un pueblo no me aleja de la gente del sector y me ha permitido disponer de tiempo para analizar posibilidades y apetencias, probar la viabilidad de pequeños proyectos, cacharrear con el software y volver a cogerle el gusto. En innovación se trabaja mucho el learning by doing, aprender haciendo, y eso es a lo que he dedicado mi tiempo, a ver dónde el diseño puede aportar, qué necesidades puede cubrir y si hay soluciones ya creadas que ayuden a lanzar un proyecto de modo eficiente y barato. Se habla mucho de diseño para cambiar el mundo pero lejos de entornos rurales, y creo que visibilizar lo que ya hay en lo rural, es cambiar el mundo, a una escala pequeña pero comprometida con el desarrollo.
-P: ¿Cuáles son las ventajas de vivir en un pueblo pequeño a la hora de desarrollarte personal y profesionalmente?
-R: A nivel profesional las ventajas fundamentales son la libertad y el tiempo libre. Igual que los niños necesitan tiempo de ocio para explorar la creatividad, los adultos necesitan parar para buscar nuevos caminos y explorar posibilidades y eso la vida en un pueblo te lo proporciona. A nivel personal la tranquilidad, el sentirte más arropada, la falta de estrés, un entorno más natural, son pequeñas bobadas que hacen la vida más cómoda, desde tener plantas y mascotas a mirar por la ventana y ver el campo. Eso sí, creo que es más fácil para profesionales ya consolidados que busquen un cambio. Quizá la gente joven necesite de entrada un grupo de apoyo más físico que le estimule y un ambiente que le haga de hervidero de ideas y de foco.
"El teletrabajo es una realidad que viene para quedarse, el trabajo remoto es una oportunidad. Una buena conexión a Internet es un suministro como la luz y el agua"
-P: ¿El municipio tiene buena conexión a Internet, algo fundamental para tu trabajo?
-R: Yo estoy acostumbrada a llevar el móvil con gigas y gigas para datos, desde ver películas a compras y descargas de software. Los programas que utilizo están todo el rato conectados para comprobar licencias, descargar imágenes, subir documentos, instalar fuentes...En el caso de WordPress es un servicio SaaS (software as a service o software como servicio), todo se hace online, es crucial que no haya cortes. El año pasado fui testeando todas la aplicaciones que necesitaba para ver si era posible utilizarlas y la verdad es que sí. La conexión a través del móvil en mi caso es buena. Si hay demasiados visitantes va regular, todo hay que decirlo.
-P: ¿Qué facilidades y dificultades has encontrado y encuentras a la hora de sacar adelante tu proyecto?
-R: El principal escollo es la búsqueda de clientes. Internet va a ser una pieza fundamental, he creado todo el soporte web y redes sociales que me permita darme a conocer. Ahora toca explotar todo esto a través de anuncios en periódicos digitales y promociones en redes sociales para ver si la propuesta inicial funciona o hay que agregar algo más. Hay una segunda pata más tradicional de tarjetas, carpetas y muestras, que he movido más en los ayuntamientos de los alrededores. La parte tecnológica no me preocupa tanto, la tengo más resuelta al llevar un año utilizando ya las herramientas del Adobe Creative Cloud desde el pueblo, el almacén en cloud del Google Drive, y el Plan Business de WordPress.
-P: ¿Crees que la cultura emprendedora está bien asentada y/o apoyada en la comarca?
-R: Mi padre comenzó herrando mulas en los 50 y aprendió a ser herrero. Esa época terminó y le tocó aprender a soldar, hacer carpintería metálica y arreglar maquinaria agrícola. Mi hermano ha seguido con el negocio 35 años más. Nunca se habló de emprendimiento sino de que había que hacerse el trabajo porque nadie te lo iba a dar. Sinceramente, creo que hay más charla emprendedora que apoyo emprendedor. Al final cuando te pones a hacer algo estás solo y tienes que tener herramientas y recursos propios para sacarlo adelante.
Oficina de Maite Orozco en Leganiel.
-P: Al hilo de eso que comentas, como autónoma y emprendedora rural, ahora que tanto hablan unos y otros de despoblación, ¿qué medidas ves más necesarias para desarrollar tu trabajo y ayudar a otros a que lo hagan en el medio rural?
-R: La despoblación rural se inició en los 50, la falta de oportunidades en el campo no es nueva. Por desgracia, el sector industrial tampoco anda muy boyante. El sector tecnológico visto desde lejos parece un mundo ignoto, pero el teletrabajo es una realidad que viene para quedarse, el trabajo remoto es una oportunidad. Realizar y entregar tareas desde tu casa es posible con una conexión a Internet buena. La formación online está a la orden del día y si necesitas una comunidad de referencia como apoyo o para compartir ideas sigues por Twitter a quien quieras y te vas a las reuniones si te apetece. Una buena conexión a Internet, para trabajar en remoto, es un suministro como la luz y el agua. He vivido días de oficina sin Internet en Madrid en los que no se podía trabajar.
-P: Este entorno siempre se asocia con el trabajo en el campo o en la construcción pero ¿consideras que las nuevas tecnologías ofrecen la posibilidad de crear otro tipo de empleo como el tuyo?, ¿conoces a más gente en tu pueblo o en otros cercanos que ya lo esté haciendo?
-R: Creo que es un error asociar lo rural únicamente al campo y a la construcción, porque lo que ha ocurrido es que durante décadas nuestros padres nos han mandado fuera a estudiar para que tuviéramos una vida mejor. Tuve un compañero de trabajo de Jaén que decía que él estaba en Madrid haciendo el trabajo que no podía hacer en su tierra. Creo que el trabajo en remoto forma parte de una nueva realidad que nos cuesta asimilar porque la asociamos a la falta de comunicación interpersonal. Hay que pulir el cómo hacerlo, pero no rechazarlo de plano, porque no nos resta un ápice de humanidad. No conozco a mucha gente aquí que realice este tipo de trabajos pero es muy común ya en el sector tecnológico, que aboga por el teletrabajo o días de teletrabajo, como una forma de conciliar vida personal y laboral.
"Me parece crucial buscar en Google y encontrar qué hay en un sitio. Hay trabajo profesional por hacer, desde geolocalizar, a nombrar y describir para que lo que hay se encuentre"
-P: Háblanos de tu formación y de todos los servicios que ofreces...
-R: Yo estudié Sociología y entré a trabajar en un servidor de Internet del sector farma en un momento en el que no había muchos profesionales cualificados. Me formé poco a poco en función de las necesidades en herramientas de maquetación, diseño web y código html para ir realizando tareas de creación y mantenimiento de páginas web, mailings (correos), animaciones, banners, etc. Con el tiempo derivé más a aplicaciones de gestión interna de grandes compañías y me especialicé en usabilidad y experiencia de usuario. Cuando me planteé empezar, lo más complicado fue realizar una propuesta de servicios realista y mantenible pero efectiva. En términos más comerciales sería un pack de digitalización, lo mismo que he hecho para mí: crear una web y mantenerla (que este suele ser el problema), crear un entorno de redes sociales (y promocionarlas) y, si existe un portafolio de productos, fotografiar y categorizar para tenerlo en papel y en web (y mantenerlo vivo). En resumen, pasar a formar parte del ecosistema digital de forma viva, que te conozcan y te encuentren.
-P: Visibilizar negocios es uno de esos servicios, ¿lo consideras especialmente necesario en el ámbito rural y en la Alcarria conquense en particular?, ¿y en cuanto a las instituciones como los ayuntamientos?
-R: Me parece crucial buscar en Google y encontrar qué hay en un sitio. Saber qué servicios tiene disponibles, si hay tiendas, bares, un hostal cerca, si hay gasolineras...Llevo varios meses siguiendo negocios, ayuntamientos, publicaciones de los alrededores para ubicarme, utilizando las sugerencias de páginas para tratar de ver las conexiones. Y creo que hay trabajo profesional por hacer, desde geolocalizar a nombrar y describir para que lo que hay se encuentre. No importa el tipo de negocio o institución. Si te surge un problema o necesitas algo, vas al móvil a buscarlo.
-P: ¿Con qué clientes trabajas?, ¿son de la zona?
-R: El año pasado experimenté con negocios del entorno familiar para ver posibilidades. Toca empezar a abrir mercado y es la fase en la que estoy. Que me conozcan, que sepan que hago, que confíen en mí, que me cuenten lo que necesitan y saber en qué puedo ayudarles. Despejar incertidumbres, quitar complejidad, hacer cercano y amable un ámbito que para mí es casi tangible. Espero que la experiencia de 20 años sea vista como un aval por posibles clientes.
-P: Leganiel es una localidad que ha conseguido reabrir su escuela gracias al asentamiento de familias jóvenes que además están muy implicadas en la vida local con actividades como Leganiel Botánico, en la que participas, ¿qué otras acciones desarrolláis o tenéis en mente?
-R: El WhatsApp ha tomado el relevo del pregonero. Suelen surgir iniciativas con regularidad. Por desgracia hay más ideas que vecinos, aunque los que hay participan de modo multitarea en unas y otras. Las que están ahora en funcionamiento son la del Botánico (ver Alcarria Es Más, 28 de junio de 2019), el grupo de lectura, las charlas de salud —que se complementan con una publicación digital— y el cuentacuentos. Estas dos últimas actividades las saca adelante Noelia, una chica del pueblo que es médico. A las puertas tenemos otra iniciativa, no puedo desvelar gran cosa para no chafarla. Ahora sí, para darle algo de intriga, te puedo decir que está muy inspirada en el libro ‘El Museo del Silencio’.
Tenéis toda la información en www.maiteorozcocalvo.com y en su página de Facebook.
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