Redacción
Con el objetivo de “facilitar el acceso de la población al mayor número de canales de televisión con una calidad adecuada” la Diputación de Cuenca colaborará con los ayuntamientos en el mantenimiento de los Centros de Difusión de Televisión Digital Terrestre (TDT) de titularidad municipal. Para ello ha publicado hoy en el Boletín Oficial de la Provincia una convocatoria de ayudas económicas mediante el procedimiento de concurrencia competitiva para los consistorios que tengan un contrato de mantenimiento, con cualquier operadora, para el período comprendido entre el 1 de julio de 2020 y el 30 de junio de 2021. Según el anuncio, la cuantía máxima será la equivalente al 52% de los gastos justificados, siempre que no se supere la consignación presupuestaria de 70.000€ en cuyo caso esta “se minorará en proporción el exceso resultante”. El plazo de presentación de solicitudes es de 15 días hábiles contados a partir de mañana.
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Cuenca, junto con Teruel y Zamora, es una de las provincias españolas en la que más distancia tienen que recorrer sus habitantes para acceder a servicios locales básicos como ambulatorios, escuelas infantiles, supermercados, hospitales, polideportivos o bibliotecas. Unos 15 kilómetros de media frente a los 1,5 km de quienes viven en Madrid o los 1,6 km de los barceloneses y muy por encima de la media de la Unión Europea (4 km). En cuanto a los servicios de carácter regional, de nuevo la población de la provincia conquense se sitúa con Teruel, Cáceres, Soria y Lugo entre las tienen mayores dificultades para acceder a servicios (entre 89,6 km y 118,4 km). Son algunos de los datos que arroja el estudio publicado recientemente por el Banco de España sobre El acceso a servicios en la España Rural que analiza las distancias que necesitan recorrer los ciudadanos para acceder a dichos servicios comparándolos con los países europeos, destacando que las zonas rurales de Castilla-La Mancha, Aragón y Castilla y León se encuentran de media a más de 25 km de los servicios locales.
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Pese a que de algunos no quedan ni restos, solo el topónimo como parte del acervo cultural, los chozos, bombos, cucos, ventorros o guardaviñas —entre los muchos nombres que los designan— que podemos ver por muchas zonas de Cuenca son unas construcciones en piedra seca con varios milenos de historia que supusieron “un éxito arquitectónico sin precedentes” y por ello se presentan múltiples trabajos de investigación en congresos nacionales e internacionales. De este arte que fue declarado Patrimonio Intangible de la Humanidad en 2018 a petición de siete estados, entre ellos España, habló el profesor e investigador Emilio Guadalajara en la III Jornada de Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural celebrada en Montalbo el pasado 7 de agosto. En la conferencia que ha colgado en su canal de Youtube, Guadalajara expone todas las razones que, a su juicio, la importancia de conservar lo que queda de una arquitectura ligada el ámbito rural —una parte en estado de abandono— de la que hablaba incluso Cervantes en boca del Quijote.
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Un pequeño pueblo de la Alcarria conquense ha aparecido recientemente en la nueva serie documental que está emitiendo la cadena de televisión La Sexta sobre el asesinato de los marqueses de Urquijo la noche del 1 de agosto de 1980, uno de los crímenes más polémicos y mediáticos de España debido a los numerosos interrogantes que, aún hoy, 41 años después, siguen sin responderse. En el primer capítulo de esta docuserie en la que se rememora cómo fue la investigación y todo lo que envolvió al caso con "testimonios y material inédito", Moncalvillo de Huete —pedanía optense con 23 censados— toma protagonismo en boca del periodista Melchor Miralles, que investigó sobre el tema para Diario 16. Este recuerda que el principal condenado por el crimen, Rafael Escobedo —yerno de los marqueses y quien siempre insistió en su inocencia hasta que fue encontrado ahorcado en su celda en 1988— se refugió en la finca llamada San Bartolomé que tenían sus padres en esta localidad.