Toda la documentación del proyecto se puede consultar ya en NEVIA.
M.R.J.
Los vecinos de Villar de Domingo García conocieron ayer, explicado por su propio promotor, el proyecto para construir una explotación ganadera de producción de lechones de cerdo en las parcelas 30, 31,32 y 33 del polígono 502 del término, un terreno catalogado como “rústico de reserva” en una zona denominada Alto de los Olmos. Aunque aún no se ha abierto el periodo de información pública para que se presenten posibles alegaciones, los documentos ya pueden consultarse en NEVIA (ver imagen), la página web oficial desde la que la Junta de Castilla-La Mancha informa sobre las evaluaciones de impacto ambiental de estas iniciativas.
Según el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto, que fue presentado ante el Ayuntamiento del municipio el pasado 15 de marzo, esta nueva macrogranja porcina se dimensiona para una capacidad de 3.200 plazas de reproductoras junto con 400 de reposición y se situará en línea recta a 2,2 kilómetros de Villar de Domingo García en dirección a Torralba —del que distará 5,12km—, a 4,05km de Valdecañas y a 6,08 km de Bólliga —estos dos pertenecientes al municipio Villas de la Ventosa—. En cuanto a los cauces de agua más próximos, se encuentran la Acequia de Candegalga a 410 metros y la Acequia del Medio, a 1.000m.
Plano de ubicación de la futura explotación respecto a Villar de Domingo García y Valdecañas.
En el documento de síntesis del informe realizado por un ingeniero agrónomo, este afirma que “no tiene por qué suponer ningún tipo de impacto negativo e impactante sobre el medio” asegurando que “este tipo de explotaciones tienen actualmente un elevado grado de estandarización, en cuanto a edificaciones, instalaciones, protocolos de manejo de los animales y de los residuos”. También añade que el impacto visual es “muy reducido”, que apenas consumirá recursos de la zona, salvo el agua —con un consumo total anual estimado de 48.913,08 m3— y que “el proceso se llevara a cabo de manera estanca en el interior de naves, sin contacto con el medio circundante”. En cuanto a los purines, serán aplicados “en las dosis correctas y en la manera que marca la legislación” —dado que se trata de "una zona vulnerable a la contaminación por nitratos, la dosis máxima será de 210 Kg. N por hectárea y año"— y el resto de residuos (animales muertos y envases de medicamentos) “serán retirados y gestionados en zonas alejadas por empresas especializadas”. Además, remarca que se trata de “una zona en la que la existencia de granjas es muy escasa, por lo que la acumulación de proyectos de este tipo todavía está lejos de darse” y “constituyen una fuente de generación de rentas económicas" que ayudará a "fijar población".
Se construirán cuatro naves, un almacén, una báscula y unas oficinas en las cuatro parcelas.
Dado que las edificaciones propuestas (cuatro naves, un almacén, una báscula y unas oficinas) superan el 10% de ocupación que marca la ley, el consistorio de Villar de Domingo García ha remitido a la Consejería de Agricultura la solicitud del 'Certificado de Excepcionalidad' remarcando el “interés social y económico” de la explotación, ya que “conllevará la creación de aproximadamente 18 puestos de trabajo directos y 50 indirectos, necesarios tanto para el trabajo de la explotación, como para el movimiento de mercancía, labores de mantenimiento, etc” y cree que tendrá “repercusiones positivas sobre los negocios del municipio (pernoctaciones, comidas, trabajo para los talleres, etc) no solo durante las obras sino a lo largo de toda la vida del proyecto, amén del aumento poblacional".
Algunos vecinos han creado una Plataforma en contra del proyecto.
Sin embargo, desde la Plataforma Pueblos Vivos Cuenca —que agrupa a todas las organizaciones de vecinos que se oponen a las macrogranjas— declaran que la "mayoría" de los asistentes se manifestaron en desacuerdo con la instalación durante la charla informativa de ayer y que pueden verse en el pueblo “multitud de carteles en ventanas y balcones” de rechazo. Además, han creado su propia Plataforma y han desarrollado una campaña de recogida de firmas con cuyos resultados calculan que "un 80% de los vecinos (empadronados, propietarios y visitantes) están en contra del macroproyecto", mientras que "el 20% restante está a favor ya que directamente o indirectamente el promotor ha prometido dinero/empleo/desarrollo local". En ese documento piden al Ayuntamiento que apruebe ordenanzas que "protejan al municipio del impacto ambiental y la salud pública de sus habitantes". En su opinión, estas deberían regular el tránsito continuado de camiones de gran tonelaje por las carreteras del término y el vertido de purines y otros desechos para que no acaben contaminando los acuíferos.
Algunas pancartas colgadas en casas de Villar de Domingo García.
Pero no todos los vecinos comparten esta visión. Muchos comentarios llegados a esta redacción afirman que apenas hay opiniones ni carteles en contra y que tampoco lo manifestaron durante la reunión con un promotor que, en este caso sí, ha dado la cara y ha querido explicar de primera mano su proyecto a la población. Este se sumará a los ya planteados o aprobados en otras localidades de la Alcarria conquense como Vellisca, Priego, Torrejoncillo del Rey y Tinajas —esta última aviar— y otras tantas en el resto de la provincia. En algunas de ellas, un sector de los habitantes se han unido para expresar su malestar pues consideran que estas explotaciones generarán olores y contaminación y perjudicarán al turismo sin crear apenas puestos de trabajo y beneficiando en exclusiva a sus promotores que reciben "cuantiosas subvenciones" de la Administración autonómica.
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