Autoridades del Gobierno vasco, andaluz y castellano-manchego asistieron a la plantación de los árboles de sus comunidades en Olmeda de la Cuesta. En la imagen, junto al retoño del árbol de Guernica.
Mónica Raspal Jorquera, enviada especial a Olmeda de la Cuesta
“Además de un árbol, nos habéis regalado una historia y la gente necesitamos leyendas”. El artista multidisciplinar Vicente García agradeció así a la presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia, Ana Otadui, su cesión de un retoño del árbol de Guernica para que eche raíces en Olmeda de la Cuesta. Este emblema de la lucha por las libertades y por la identidad del pueblo vasco ha traspasado fronteras como testigo de la historia de España en general y de Euskadi en particular. Durante el acto de plantación el pasado domingo, al que asistió esta redacción, Otadui explicó que fue también un 11 de marzo de hace más de 80 años cuando en Guernica cayeron las bombas "y después las mentiras" pero todo ello no hizo sino aumentar el simbolismo de la ciudad que después quedó plasmado en el famoso cuadro de Picasso.
El artista Vicente García explica el significado de su recorrido artístico y etnobotánico.
Plantado en un alcorque realizado por García —que se ha inspirado en el templete donde se encuentra originalmente el tronco del Árbol Viejo de Gernica—, este roble que ha viajado a los cinco continentes crece ya en plena Alcarria conquense junto a un serbal de los cazadores, habitual en los campos de Castilla-La Mancha, y un pinsapo, reliquia de los bosques de coníferas terciarios de Andalucía, donados por sus respectivas administraciones. Los tres formarán parte de un recorrido botánico que, como la casa de las Juntas de Bizkaia, surgió en torno a una ermita, en el camino a la de San Sebastián que acaban de acondicionar. Próximamente, a petición del consistorio local, les acompañarán ejemplares de todas las comunidades autónomas, un olivo de Jerusalén y un cedro de Líbano, que también ocuparán un "lugar de honor" (ver Alcarria Es Más, 15 de febrero de 2018).
La presidenta del parlamento foral de Bizkaia animó a los presentes a inspirarse en este ejemplo para "levantarse" y "no desaparecer", aludiendo al simbolismo de un retoño que representa su anhelo de convivencia y de construir un futuro mejor, un grito de paz contra las guerras "en las que todo el mundo pierde”, señaló citando al periodista vasco Manu Leguineche, que pasó sus últimos días en la localidad alcarreña de Brihuega (Guadalajara). Pero la única batalla que el alcalde de Olmeda de la Cuesta, José Luis Regacho, no está dispuesto a perder es la que inició contra la despoblación cuando llegó al Ayuntamiento de su pueblo, con iniciativas exitosas como la subasta de solares a bajo coste que ha acabado con las ruinas del municipio (ver Alcarria Es Más, 5 de octubre de 2014). Una
El alcalde de Olmeda de la Cuesta plantando el pinsapo donado por la Junta de Andalucía.
Tras una experiencia de investigación y desarrollo (I+D) que "ha llegado muy lejos", el artista Vicente García cree que es el momento de dar “un paso más grande” para conseguir que la gente vaya a vivir a las casas que ha edificado y habitar así los “contenedores de arte” del paseo escultórico y etnobotánico que continuará construyendo en el municipio (ver Alcarria Es Más, 15 de junio de 2016). Un reto “muy complicado” para el que reclamó la ayuda de las administraciones.
Regacho, por su parte, espera que este sea “el punto de inflexión” de la larga agonía que padecen desde los años 60 y que suponga “un antes y después” para su pueblo, una nueva etapa que sea el “inicio de una gran amistad”. “No creo que la plantación de este árbol en Olmeda de la Cuesta tenga parangón alguno en el mundo. Nunca un pueblo tan pequeño ha tenido un símbolo universal tan grande. Somos unos privilegiados”, afirmó.
REPORTAJE FOTOGRÁFICO