Tras las huellas de una Alcarria por descubrir, la conquense
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Embalse de Buendía. Foto de la Asociación de Municipios Ribereños de Entrepeñas y Buendía.
Redacción
El pasado viernes 19 de enero, la comisión gestora de la nueva Mancomunidad de Municipios Colindantes a los embalses de Entrepeñas y Buendía o de Aguas de Morillejo aprobó sus estatutos con 40 votos a favor y 9 en contra, según ha informado a esta redacción su presidente, Antonio Fernández Odene, alcalde de Valle de Altomira y vicepresidente de la Asociación de Municipios Ribereños. Queda así conformada una entidad que agrupa a localidades ribereñas de la Alcarria de Cuenca y Guadalajara que no están incluidas en la Mancomunidad del Guadiela: Albendea, Alcocer, Alocén, Auñón, Buendía, Chillaron del Rey, Cifuentes, Durón, Mantiel, El Olivar, Pareja, Sacedón, Trillo y El Valle de Altomira (Jabalera, Garcinarro y Mazaruelleque).
Ha pasado mucho tiempo desde que el 17 de abril de 2007 el Ministerio de Medio Ambiente, la Junta de Castilla-La Mancha y la Asociación de Municipios Ribereños de Entrepeñas y Buendía firmaron un convenio de colaboración para la puesta en marcha de un programa de desarrollo sostenible. Fruto de este acuerdo, en noviembre del mismo año salió a licitación pública el concurso para la ejecución de las obras de este proyecto dado los “precarios sistemas de abastecimiento con pozos” con los que contaban estos pueblos.
Foto de archivo de una rueda de prensa de la Asociación de Municipios Ribereños de Entrepeñas y Buendía.
La bautizada como red de Morillejo —por su proximidad a esta pedanía de Trillo, en Guadalajara— llevará el agua desde el río Tajo hasta a una estación de bombeo desde la que se elevará a una balsa de 10.000 metros cúbicos de capacidad mediante una conducción de 9 kilómetros. A partir de ahí pasará a una estación de tratamiento de agua potable (ETAP) para ser almacenada en un depósito principal de 21.000 metros cúbicos, del que saldrán cuatro ramales hasta los núcleos de población, asegurando así el suministro. Estas infraestructuras, junto con dos estaciones de bombeo y varios depósitos intermedios de 100 metros cúbicos, así como las líneas eléctricas de alimentación, los sistemas de control y gestión o las vías de acceso, se adjudicaron en 2008 a la empresa Acciona Infraestructuras. Sin embargo, los nuevos planes de financiación expuestos por el Ministerio ante la Comisión de Seguimiento de esta obra establecen un calendario que en principio se prolongará hasta mediados de 2018. De hecho, el Boletín Oficial de las Cortes Generales aseguraba en enero de 2017 que el grado de ejecución de los trabajos de esta futura mancomunidad era del 82%.
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