Sara Sanchís ha renovado su cargo como representante de AP Rural del Colegio de Médicos de Cuenca.
Mónica Raspal Jorquera
En los próximos cinco años, se jubilarán entre un 20% y un 30% de los médicos de atención primaria que ejercen en las zonas rurales de una provincia tan dispersa y envejecida como Cuenca, por lo que es necesario atraer profesionales ofertando empleo “estable” para poder reponer por completo estas vacantes. Sin embargo, la situación de estos sanitarios no ha hecho sino empeorar en los últimos años dada la “sobrecarga de trabajo” a la que están sometidos por la “falta de sustituciones al 100%” provocando que abandonen la provincia para buscar trabajo en otro sitio. Es la visión de la doctora Sara Sanchís, vocal de Atención Primaria (AP) Rural del Colegio de Médicos de Cuenca —cargo que ha renovado recientemente junto con el resto de la Junta Directiva de este órgano—, quien ha destacado a esta redacción la necesidad de ofrecer “contratos estables y atractivos” que compitan con el resto de áreas, así como de cubrir completamente las sustituciones y vacantes de personal para disminuir la “fatiga asistencial” y recuperar el “poder adquisitivo perdido” por los recortes como soluciones que deberían adoptar las administraciones para paliar esta situación y revertir la escasez de médicos. Además, cree que la unificación de las gerencias de primaria y especializada hace cuatro años, también ha conllevado una “pérdida de importancia” de este primer escalón de la atención.
Toma de posesión de la Junta Directiva del Colegio de Médicos de Cuenca junto a miembros de la OMC.
En la misma línea, durante su reciente toma de posesión, el presidente del Colegio de Médicos conquense, Carlos Molina, abogó por una “discriminación positiva” para una provincia que no tiene facultad de Medicina ni muchas especialidades. No solo reclamó más recursos materiales, como un nuevo hospital y tecnología sanitaria, sino que inicidió en la pérdida del 10% de los médicos en activo y en el descenso de más del 50% de los residentes (MIR), lo que unido a la jubilación del 40% de las plantillas en los próximos ocho años, puede poner a Cuenca en una situación “crítica” en cuanto a recursos humanos sanitarios, lo que puede conducir a la necesidad de importar profesionales de otros países cuya formación es, a su juicio, “cuestionable”.
Y es que la provincia, según Sanchís, ha sido “la más castigada” por la pérdida de recursos, pese a que las distintas administraciones prometieron un trato igual para todas. Asimismo, como constatan los resultados de la ‘Encuesta sobre la situación del Médico de Atención Primaria en España en 2015 y las consecuencias de los recortes’ realizado por las vocalías de AP y Administraciones Públicas de la Organización Médica Colegial (OMC), los profesionales del medio rural tienen más dificultades para desarrollar investigación y también para ejercer la docencia y en concreto en Cuenca “no se facilita la investigación y no hay suficiente ratio para investigar”. En su opinión, junto con una “mejor dotación formativa”, también son necesarios recursos tecnológicos "básicos” que eviten las derivaciones a especializada y urgencias pues la coordinación desde los centros de atención primaria rurales se realiza a través de interconsultas faltando “mayor comunicación directa” entre ambos niveles. Asimismo, considera que las nuevas tecnologías se están incorporando al trabajo del médico rural “despacio” y con formación “insuficiente”.
Los médicos rurales tienen más dificultades para investigar, según el estudio de la OMC.
Para la vocal de AP Rural conquense, los Centros de Salud y Puntos de Atención Continuada (PAC) que existen sí son suficientes para atender a todos los municipios de la provincia, al igual que los recursos del transporte convencional, aunque el urgente lo ve “insuficiente”. En cuanto a las localidades en las que el médico ha reducido sus visitas a uno o dos días a la semana —varias de la Alcarria conquense—, explica que el recorte se ha reactivado según las necesidades de cada zona, desviando los recursos de aquellas con menos población a las que más tienen.
Pese a que en las convocatorias MIR —pruebas selectivas para que los médicos escojan la especialidad y el centro para cursarla— los profesionales suelen mostrar poco interés a la hora de elegir la Medicina Familiar como especialidad, Sanchís señala que eso está cambiando en los dos últimos años pues a través de las vocalías de Atención Primaria están potenciando el programa ‘AP y Universidad’ dando charlas en las facultades para explicar la labor del médico de familia y facilitar las prácticas en zonas rurales dado que existe mucho “desconocimiento” sobre las ventajas de trabajar en pueblos pequeños. Sanchís, que durante un tiempo ejerció en el Centro de Salud de Villalba del Rey, anima a los estudiantes a escoger una opción en la que podrán realizar una “atención personalizada y continuada” del enfermo y hacer prevención de la salud con una la relación médico-paciente “muy fluida”.