La escuela de Villar de Domingo García ha vuelto a echar el cierre.
Redacción
Dos de las cuatro escuelas rurales que reabrieron el curso pasado en la Alcarria conquense, las de Villar de Domingo García y Torrejoncillo del Rey, han tenido que volver a cerrar por falta de alumnos, pese a la reducción de la ratio de 11 a 4 para mantenerlas en funcionamiento que reimplantó el actual Gobierno de Castilla-La Mancha. Según anunciaron el delegado de la Junta en Cuenca, Ángel Tomás Godoy, y el director provincial de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte, Amador Pastor, el curso escolar 2016-2017 ha arrancado en toda la provincia con un ligero descenso de niños (un 1,66%) y un aumento de profesores (un 9,7%) respecto al anterior.
El curso pasado, 10 colegios de Cuenca —en la comarca los de Salmeroncillos de Abajo y Torralba, además de los dos clausurados— celebraron su reapertura, aunque otros como los de Leganiel o La Ventosa no pudieron llevarla a cabo por diferentes motivos, ya que en esta decisión influyen factores como el impacto causado en las poblaciones y el estado de los centros, así como la actitud favorable o no de los ayuntamientos o las familias (ver Alcarria Es Más, 26 de julio de 2015).
Este curso, 18 municipios mantienen abierta su escuela rural en la Alcarria conquense.
Así, la zona se queda con 18 escuelas rurales agrupadas en seis Colegios Rurales Agrupados (CRA) situados en Priego, Huete, Cañaveras, Barajas de Melo, Cañamares y Palomares del Campo (ver imagen). En los pueblos con poca población en los que no hay alumnos suficientes para mantener una infraestructura educativa tradicional, se establecen escuelas de pocas aulas —habitualmente entre 1 (aula unitaria) y 3— donde los alumnos dan varios cursos simultáneamente. En estos centros se imparte Educación Infantil y Primaria y se agrupan por zonas en CRA, siendo el colegio situado en la localidad más grande el que asume las tareas de gestión y administración.
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