Mónica Raspal Jorquera
Durante los siglos XVI y XVII se documentaron en la comarca de la Alcarria numerosos casos de brujería, un concepto que surgió como respuesta a una serie de fenómenos sin explicación lógica o religiosa como las pérdidas de cosechas, los amores fallidos o la repetida muerte de neonatos ahogados con signos de violencia que se achacaron a posibles actividades maléficas. Las entonces consideradas brujas fueron torturadas, juzgadas en procesos inquisitoriales y condenadas con latigazos y el destierro pero, ¿quiénes eran realmente?: ¿personas con un conocimiento superior de medicina y otros saberes?, ¿víctimas de la psicopatía popular? o ¿el chivo expiatorio de los males que condenaban a la Edad Media?
El Monasterio de Monsalud (Córcoles), será la del Museo de las Brujas de la Alcarria'.
Intentar responder a estas preguntas será uno de los objetivos del futuro 'Museo de las Brujas de la Alcarria', que tendrá una exposición permanente en el Monasterio de Monsalud de Córcoles (Guadalajara) y se completará con paneles informativos de pueblos de Cuenca como Tinajas, Villanueva de Guadamejud, Huete, Gascueña, La Ventosa y Castejón y de Guadalajara como Sacedón, Alcocer, Córcoles y Pareja. Será, por tanto, un “punto de encuentro” de los vecinos de ambas provincias y un espacio para aprender sobre la historia de estas localidades de forma "didáctica y divertida", fomentando a la vez su visita.
En las paredes del claustro del monasterio se ubicarán los paneles con toda la información.
Así lo ha explicado a esta redacción el impulsor del proyecto y gestor del monasterio, Javier Fernández Ortea —también dinamizador del yacimiento romano de Ercávica, en Cañaveruelas (ver Alcarria Es Más, 27 de mayo de 2015)—, que no deja de buscar "nuevos enfoques" que hagan "más atractiva la visita a la Alcarria", una de las zonas más afectadas por una despoblación que se ha visto agudizada por los efectos de los trasvases del Tajo al Segura pues, en su opinión, han supuesto un “duro golpe” al turismo y el desarrollo local. Su idea es "añadir valor" a un monasterio que registra 2.580 visitas anuales para que crezcan estas cifras y se convierta en un “motor de desarrollo” de la zona.
En aras de “aunar rigor histórico y una experiencia alternativa a la oferta actual”, además de un prolijo trabajo de documentación e investigación en el Archivo de la Inquisición de Cuenca, un equipo de arqueólogos e ingenieros informáticos pretenden, a través de las nuevas tecnologías, hacer de la visita “toda una vivencia histórica y sensorial”.
Así, la exposición permanente que estará ubicada en varias salas del Monasterio contará con tres tipos de recursos: paneles explicativos de los diferentes casos de brujería, hechicería, adivinación y nigromacia, varias reproducciones de elementos clave (cepo, unto y portro) y móviles y gafas cardboard (de realidad virtual) junto con vídeos de vuelos de drones y de realidad aumentada en base a dispositivos que leerán códigos QR (sistema para almacenar información a la que se puede acceder con la cámara de un móvil o tablet).
Habrá carteles explicativos de los pueblos con casos documentados.
Además, gracias a los diferentes simuladores, los vistantes podrán experimentar en primera persona el vuelo de las brujas en su escoba, someterse al escarnio público en el cepo —recibiendo virtualmente insultos, escupitajos y vegetales podridos de una turba enfurecida— e incluso sufrir su quema en la hoguera, con el reto añadido de que podrán intentar apagar las llamas mediante la aplicación de la diadema ‘Muse’ que mide la actividad cerebral y la concentración —si no se concentran de forma efectiva “morirán” en el fuego y visualizarán cómo su espíritu vuela hacia el cielo en un vídeo de un dron—.
Cepo para que los visitantes experimenten en primera persona el escarnio público.
Aunque por el momento la iniciativa cuenta con el apoyo de la mayoría de las administraciones locales —los ayuntamientos se han comprometido a financiar los paneles que informarán de los sucesos documentados en sus municipios— , Fernández Ortea alude a la necesidad de conseguir más financiación pues también se trata de un "proyecto social" para una área "muy castigada" que necesita de este tipo de fórmulas para sobrevivir.
Con unas gafas de realidad virtual y este asiento podrán "volar en escoba" por el monasterio.
Por ello próximamente pondrá en marcha una campaña de micromecenazgo (crowfunding) con la que espera
Más información en su página de Facebook y en www.monsaludyercavica.es.
Pocos espacios dedicados a la historia de la hechicería ![]() No son muchos los museos dedicados de forma específica a la brujería, la hechicería, la adivinación o la nigromacia en España —el más destacado y conocido es el de la localidad navarra de Zugarramurdi— y tampoco proliferan a nivel internacional. Por ello, cuando abra sus puertas la exposición del Monasterio de Monsalud, la Alcarria se convertirá en una zona privilegiada al contar con este original y atractivo recurso histórico, educativo, social y turístico. NACIONALES El 'Museo de las Brujas de Zugarramurdi' y la 'Ruta de la Brujería' en Navarra. INTERNACIONALES El 'Museo de las Brujas de Salem' en Massachusetts (Estados Unidos). |