Tras las huellas de una Alcarria por descubrir, la conquense
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MEDIOS LOCALES
Los agricultores han limpiado las calles de los pueblos. Foto de Albendea de Luis Enrique Pérez Bueno.
M. Raspal Jorquera
La solidaridad y el voluntariado han vuelto a suplir la falta de servicios que habitualmente sufren los habitantes de los pueblos de la Alcarria conquense y se agudiza en situaciones como la gran nevada de los últimos días, que ha alcanzado uno 50-60 centímetros de espesor en la mayoría de ellos, algo que ni los mayores recuerdan haber visto antes. Su aislamiento es la otra cara de las imágenes “de cuento” que ha dejado la anunciadísima borrasca Filomena y que han compartido con entusiasmo en las redes sociales. Los medios con los que cuentan los ayuntamientos son “limitados” e “insuficientes” para limpiar carreteras y calles por lo que, en caso de necesidad, los desplazamientos para acceder a servicios y suministros básicos —obligatorios para los que no cuentan ni siquiera con una tienda— son impracticables sin un vehículo todoterreno.
Estado actual de la carrereta de acceso a Vindel. Foto de David Asenjo.
Solo por algunos de ellos han pasado ya las máquinas quitanieves y los tractores para esparcir sal que ha movilizado la Diputación de Cuenca y la Empresa Pública de Gestión Ambiental de la Junta de Castilla-La Mancha (GEACAM). La mayoría se encuentran a la espera y han sido los agricultores y otros vecinos quienes, de forma desinteresada, han asumido la tarea de quitar la nieve. Lo que más preocupa a sus alcaldes son las conexiones con sus centros de salud de referencia —no hay que olvidar que nos encontramos en medio de una pandemia por COVID-19— como ha señalado la de Gascueña, María del Rosal Martínez Balmisa, aludiendo a la falta de limpieza de la carretera que une a este y al resto de pueblos de la zona básica de salud de Villalba del Rey. En su caso, explica que el consistorio cuenta con suficientes reservas de sal para esparcir por las vías y repartir entre los vecinos pero otros las han agotado y no encuentran a nadie que se la proporcione.
Uno de ellos es David Asenjo, alcalde de Vindel, a quien desde Diputación solo le dieron el contacto de una empresa que no puede suministrársela precisamente por el mal estado de las carreteras. Los primeros ediles de Villas de la Ventosa, Albendea y Portalrubio de Guadamejud también han solicitado a la institución provincial que les ayude con este suministro y el último solo por ahora ha contado con la que llevaron el primer día los voluntarios de la Agrupación de Protección Civil de Huete. Estos, junto con particulares y el personal municipal están trabajando "incluso en sus vacaciones y horas libres, en turnos de mañana y tarde con los medios de los que disponen" para atender a la ciudad y a las pedanías, como ha informado el Ayuntamiento optense, que ha puesto a disposición de la población un teléfono para atender emergencias o necesidades urgentes como llevar medicamentos o comida.
Retirando nieve en las calles de Gascueña.
El alcalde de Albendea, Luis Enrique Pérez Bueno, considera que ya es “un clásico” que los vecinos asuman tareas para recuperar la situación a nivel local, cuando son cuestiones que se deberían abordar entre alcaldes y Diputación. “Siempre seremos los últimos pero con poco que nos escuchen tenemos alternativas para cambiar patrones” añade, apuntando que las quitanieves no han pasado por la CM-2023, de titularidad autonómica, por lo que se encuentran “aisladas” todas las localidades del corredor alcarreño hacia Guadalajara desde Priego cuya gasolinera se encuentra además inoperativa por el vencimiento del tejado a causa de la acumulación de nieve.
Otra consecuencia de Filomena han sido los cortes en las conexiones de Internet, de televisión y del servicio eléctrico, en algunos pueblos de forma intermitente y temporal pero en otros demasiado prolongada, como en Vindel —sin algunos canales y sin acceso a la red del Ayuntamiento— y en La Ventosa, Valdecañas, Culebras, Villarejo del Espartal y Fuentesbuenas, donde viven en total 150 personas, han estado sin luz desde el pasado viernes hasta esta tarde y también sin teléfono en el caso del último. Muy preocupada ha estado su alcaldesa Mari Carmen Salmerón pues algunos vecinos necesitaban conectar sus máquinas de oxígeno, y tampoco conseguía contactar con el Centro de Salud ni acceder por carretera hasta donde ellos se encuentran pues, aunque ayer al fin pasaron las quitanieves, el asfalto se encuentra helado y no han esparcido sal. En su búsqueda se encuentra y recuerda que los problemas del mundo rural, entre ellos la despoblación, siguen siendo los mismos en todas las situaciones durante todo el año pero "se acentúan, desgraciadamente, con imprevistos como el mal tiempo". En su opinión, ha quedado demostrado que "las administraciones deben de habilitar más recursos" para atender a los vecinos de las localidades más pequeñas.
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