Vistas de La Peraleja, en la Alcarria conquense.
M.R.J.
El alcalde de La Peraleja, Miguel Ángel Usano, ha convocado un proceso participativo o referéndum para que los vecinos empadronados o propietarios de bienes inmuebles urbanos en el municipio (y sus cónyuges o parejas) expresen su opinión a favor o en contra de que se instale en el término una granja porcina con capacidad para 2.000 cabezas y ampliable hasta 7.000. Tras conocer un proyecto "de trascendencia" para la localidad y ante la incertidumbre y preocupación que ha causado entre algunos habitantes permanentes y estacionales, el Ayuntamiento convocó una reunión el pasado sábado, 1 de febrero —aprovechando la celebración de San Blas—, en la que los asistentes debatieron sobre los pros y contras que conllevaría la instalación de esta explotación.
Como conclusión del encuentro, Usano consideró que la decisión más "correcta" era abrir una consulta pública que se desarrollará desde el 4 hasta el 14 de febrero (ambos inclusive). Quienes quieran expresar su conformidad o no con que el proyecto salga adelante pueden hacerlo por correo certificado al consistorio, adjuntado una papeleta con voto afirmativo, negativo o abstención, una fotocopia del carnet de identidad, el certificado de empadronamiento o un justificante del pago del IBI o cualquier servicio de carácter municipal. También podrán hacerlo presencialmente el 15 de febrero de 10 a 14 horas en el edificio municipal de las antiguas escuelas, día en que realizarán el recuento de votos y darán a conocer los resultados, que serán tenidos en cuenta por el Ayuntamiento.
Hay que recordar que, aunque la instalación de estas granjas debe conseguir el visto bueno medioambiental de la Junta de Castilla-La Mancha, los consistorios tienen la última palabra pues deben conceder las licencias de obras e incluso pueden aprobar normativas específicas que regulen cuestiones como la distancia de las explotaciones al término municipal o el vertido de los purines que los animales generan. No es la primera vez que un Ayuntamiento de la Alcarria conquense pide la opinión directa de los vecinos para que sean ellos quienes decidan si quieren o no esta instalación cerca de su pueblo. Lo hizo Saceda-Trasierra en 2019 y el 100% de ellos se mostraron en contra de la instalación.
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