M. Raspal Jorquera
Como los celtas tejían su ropa con lana de oveja con colores y vivos y ornamentados desafiando a la sobriedad de los vestidos clásicos, los descendientes del poblado celtíbero de La Cava de Garcinarro —ocupado previamente durante la Edad del Bronce y reutilizado en época romana y visigoda— quieren seguir urdiendo el futuro de su pueblo con punto (o paso) firme y lleno de optimismo y esperanza haciendo frente a la apatía y el derrotismo que nunca contribuyen a la repoblación. Es el mensaje que quieren transmitir con el Portal de Belén hecho completamente de ganchillo que han instalado en la entrada del ‘Museo de Historia Antonio Fernández Odene’ y que se podrá visitar desde el 7 de diciembre. La Asociación Cultural La Cava gestiona este museo que cuenta con dos estancias temáticas, una convertida en 'Centro de Interpretación Arqueológica' del yacimiento arqueológico con paneles expositivos que informan sobre las excavaciones y otra que rinde tributo a las gentes y tradiciones del pueblo con objetos e imágenes del municipio.
Mercedes Cuesta Hurtado, autora del belén de ganchillo.
Aunque no ha utilizado el punto celta entrecruzado ni ha empleado agujas hechas de hueso, bronce o hierro como sus antecesores, su autora Mercedes Cuesta Hurtado ha tardado casi un año —empezó en febrero— en confeccionar con esmero y paciencia más de 40 figuras. Este minucioso trabajo de lo que ahora llaman amigurimi —tendencia japonesa que consiste en tejer pequeños muñecos mediante técnicas de croché o ganchillo— ha ocupado gran parte de su tiempo libre pues, según ha explicado a esta redacción, en cada pieza ha empleado entre uno y dos días, dependiendo del tamaño y del nivel de dificultad. Eso sí, asegura haberlo hecho con placer pues tejer le gusta y le relaja.
Además del nacimiento propiamente dicho (el portal con María, José, el niño Jesús, la mula, el buey, el ángel y la estrella) encontramos una castañera, una granjera, una lavandera, un leñador, un molinero, un panadero, un pescador, un pastor y una aguadera, además del castillo de Herodes, un molino con su rueda, un río, un puente y animales como gallinas, ovejas, patos, peces y burros, sin que a ninguno le falte un complemento o detalle —incluso el pan es de verdad—.
Por supuesto, también están presentes los Reyes Magos con sus camellos, siendo estos últimos los que más trabajo le han costado por la complejidad de la cara y las orejas. Los ha tejido con lo que se conoce como “punto bajo o alto” y después los ha rellenado de algodón para darles cuerpo, utilizando alambres internos para las formas y articulaciones y poniendo arroz en la parte inferior de algunos para darles peso y consistencia.
Aunque Mercedes es natural del municipio cercano de Buendía, mantiene una estrecha relación con los vecinos de Garcinarro y ha querido donar este nacimiento tan original y artesanal a la Asociación La Cava, de la que forma parte como socia activa muy entregada y colaboradora con todos sus proyectos. De hecho, ya tiene en mente ampliarlo para el año que viene incorporando más figuras, sin descartar que alguna de ellas recuerde a quienes habitaron durante más tiempo en este importante asentamiento, los celtas que creían en el constante renacimiento, ese que sus herederos desean ahora para el pueblo.
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Un muñeco de nieve gigante que refuerza el tejido social de Buciegas Las mujeres que forman parte del grupo de ganchillo de la ‘Asociación Sociocultural Amigos de Buciegas’ (unas 35) también han repetido la hazaña de las pasadas navidades tejiendo para estas un muñeco de nieve gigante que colocarán junto al árbol que hicieron en 2018 con 400 cuadros de ganchillo (ver Alcarria Es Más, 9 de diciembre de 2018). Junto a un prototipo más pequeño, empezaron en septiembre a preparar esta figura de grandes dimensiones que también decorarán con adornos y luces e instalarán durante el puente del 6 y 7 de diciembre, cuando celebran su fiesta de la matanza. Durante este evento seguirán además recuperando los juegos y villancicos tradicionales con la idea de fomentar la participación de niños y jóvenes en la vida del pueblo y a la vez promover el desarrollo sociocultural, el mantenimiento de sus tradiciones y el conocimiento de su historia y patrimonio. Como ya nos contó la que actualmente es su alcaldesa, Rosa Carabaño, con estas actividades consiguen que sus participantes mantengan un mayor contacto durante estos meses y se reúnan muchos fines de semana en Buciegas. Así, además de entrelazar ovillos de lana, confeccionan tejido social gracias a una meta común de cuyo resultado disfruta toda la comunidad. |
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