Tras las huellas de una Alcarria por descubrir, la conquense
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Redacción
"Tierra de gentes curtidas por calores y heladas". Nunca mejor traído tras la nevada de 'Filomena', así define la Alcarria el músico y folclorista de Castillejo del Romeral, Luis Puerta Zarzuela, en una canción que ha compuesto en homenaje a esta comarca y en pro de la unión de sus habitantes para evitar que desaparezca. En la letra que ha enviado a esta redacción destaca los olivares que producen aceite de calidad y la flora que da como resultado una miel dulce al paladar, además de la belleza de sus pueblos y el caráceter acogedor de quienes viven en ellos. Firme defensor de la tradición, la historia y el folclore popular, Puerta siempre se ha preocupado por recabar información y publicarla para que la historia de la comarca no caiga en el olvido. Recientemen informaba de su recopilación de partituras y vídeos de las danzas y paloteos de 37 pueblos de Cuenca, entre ellos 20 de la Alcarria, un trabajo que está ahora en manos de la Diputación de Cuenca, que le concedió una beca de investigación para desarrollarlo, aunque espera que se edite un libro y folletos en papel acompañados de ediciones digitales para darlo a conocer.
M. Raspal Jorquera
Además de su gran valor como patrimonio histórico, arqueológico y natural, las minas de lapis specularis de Cuenca están catalogadas por el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) como LIG (Lugar de Interés Geológico), con la denominación TM120-Yacimientos de yeso especular en grandes cristales de la Depresión Intermedia (Cuenca de Loranca), y referenciadas como de muy alto valor científico (7,5) y con una prioridad de protección evaluada como “muy alta”. Para “demostrar el interés en custodiar” en estos yacimientos de la provincia y colaborar activamente en su protección y difusión, los vecinos pueden apadrinarlos de forma gratuita y muy sencilla, según explica Juan Carlos Guisado, arqueólogo del equipo de investigación LAPIS SPECULARIS. Minería Romana en Hispania que lleva más de 25 años inventariando, documentando, descubriendo, topografiando, difundiendo y haciendo recreación histórica sobre la minería del también conocido como espejuelo o espejillo. Para hacerlo solo tienen que rellenar un formulario con datos básicos en la página web del IGME.
M.R.J.
Además de sufrir cortes de agua y de luz, de tener que quitar ellos mismos la nieve de las calles —organizados como lo que muchos han denominado la "UME rural"— y de buscar sal para evitar las caídas en un asfalto congelado, los ayuntamientos y vecinos de algunos de los pueblos más pequeños de la Alcarria conquense tampoco pueden conectarse a Internet ni ver correctamente la televisión. A David Asenjo, alcalde de Vindel —con solo 11 habitantes, según datos del INE de 2020, aunque actualmente son 14 empadronados— no paran de preguntarle cuando podrán ver la novela, su único entretenimiento teniendo en cuenta las dificultades para desplazarse y el peligro de pasear por el municipio. Según ha explicado a esta redacción, afortunadamente las máquinas quitanieves de la Diputación de Cuenca y el GEACAM (Empresa Pública de Gestión Ambiental de Castilla-La Mancha) ya han despejado la carretera de acceso y al fin ha podido comprar la muy necesaria sal que le llegará durante esta semana pues hasta ahora, debido al temporal, ninguna empresa podía servírsela y las administraciones tampoco se la han proporcionado.
M. Raspal Jorquera
La solidaridad y el voluntariado han vuelto a suplir la falta de servicios que habitualmente sufren los habitantes de los pueblos de la Alcarria conquense y se agudiza en situaciones como la gran nevada de los últimos días, que ha alcanzado uno 50-60 centímetros de espesor en la mayoría de ellos, algo que ni los mayores recuerdan haber visto antes. Su aislamiento es la otra cara de las imágenes “de cuento” que ha dejado la anunciadísima borrasca Filomena y que han compartido con entusiasmo en las redes sociales. Los medios con los que cuentan los ayuntamientos son “limitados” e “insuficientes” para limpiar carreteras y calles por lo que, en caso de necesidad, los desplazamientos para acceder a servicios y suministros básicos —obligatorios para los que no cuentan ni siquiera con una tienda— son impracticables sin un vehículo todoterreno. Solo por algunos de ellos han pasado ya las máquinas quitanieves y los tractores para esparcir sal que ha movilizado la Diputación de Cuenca y la Empresa Pública de Gestión Ambiental de la Junta de Castilla-La Mancha (GEACAM). La mayoría se encuentran a la espera y han sido los agricultores y otros vecinos quienes, de forma desinteresada, han asumido la tarea de quitar la nieve.
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