Redacción
“Aunque somos pocos, la España rural del interior no está vacía. Quedamos quienes nos hemos resistido a emigrar a las grandes ciudades. Quedamos los custodios del territorio, de su inmenso patrimonio natural y cultural, para disfrute de toda la sociedad, rural y urbana. Quedamos quienes cuidamos los bosques para que sigan proporcionando el oxígeno y el relax espiritual a los habitantes hacinados de las ciudades contaminadas. Quedamos los guardianes de los pueblos para que los fines de semana y en periodos vacacionales regresen quienes se han visto obligados a emigrar.
Quedamos quienes amamos el paisaje y el patrimonio cultural sin distinciones ni barreras locales; los monumentos y las construcciones populares diversas, las casas de nuestros pueblos, los conjuntos históricos, la paleontología, los paisajes geológicos y mineros, el patrimonio industrial, las manifestaciones culturales populares materiales e inmateriales, las redes de caminos de España y con ellas las vías ferroviarias históricas y las vías pecuarias. Quedamos los agricultores y ganaderos que, aunque pocos, seguimos dando de comer a la España poblada y metropolitana. Quedamos los que aportamos las investigaciones para visibilizar nuestra situación extrema, para así poder reivindicar lo que en justicia nos corresponde en el marco de la legislación europea.
Quedamos quienes seguimos rescatando para la posteridad los últimos testimonios de la cultura milenaria del campesinado, ese patrimonio inmaterial que, recientemente la UNESCO, está declarando Patrimonio de la Humanidad, pero que al que solo le quedan diez años de existencia en la memoria viva de nuestros mayores. Quedamos los que construimos desde las utopías realizables un Mundo Rural Vivo que se puede visualizar en la red de personas, que con su ejemplo y coherencia siguen unidos a la “Tierra Madre”. Quedamos también, los que creemos firmemente en que con esperanza, alegría y responsabilidad podremos transformar esta realidad impuesta. Quedamos todos aquellos que sentimos firmemente que solos no somos nada. Juntos somos más fuertes. Unidos en coherencia trabajando en red por un objetivo común...invencibles”.
Con este comunicado, la ‘Asociación para el Desarrollo de la Serranía Celtibérica’, ha anunciado su adhesión a la manifestación ‘La Revuelta de la España Vaciada’ convocada el domingo 31 de marzo en Madrid por las plataformas ‘Teruel Existe’ y ‘Soria ¡Ya!’ y ha propuesto que el lema se sustituya por el de la 'España Abandonada'.
Según exponen en el texto que la sección de Cuenca —constituida el pasado febrero— ha mandado a esta redacción, “no puede entenderse que cuando una parte importante de nuestro territorio, de esta España olvidada, se reclama auxilio porque se ve sumida en un continuo abandono institucional, camino de la despoblación y la desaparición total, la respuesta que se le da por parte de las instituciones sea la indiferencia y la inacción”, dejándoles “atrapados en una compleja telaraña administrativa que alarga los plazos hasta la desesperación y que sería fácil solventar si hubiese verdadera voluntad política”.
Temen que las soluciones, “cuando se quieran dar, si es que lo hacen, lleguen demasiado tarde” por lo que creen que son los habitantes de esta tierra los que tienen que tomar la decisión de defenderse de este abandono. Por ello hacen una llamada a salir de ese aislamiento que frena sus posibilidades de desarrollo luchado, sobre todo, para defender el sector más joven de la población, el futuro, de forma que este no se vea obligado a tener que emigrar forzosamente ante la falta de oportunidades. Así animan a todos los vecinos de Cuenca a acudir a la revuelta para que esta pueda seguir siendo una “provincia viva”.
Además, recuerdan que fueron los primeros de España en visibilizar en 2011 el mayor desierto demográfico por despoblación de toda Europa: la Serranía Celtibérica, una interregión que agrupa a 1.383 municipios de las provincias de Burgos, Segovia, Soria, Guadalajara, Cuenca, Teruel, Zaragoza, Castellón y Valencia y la comunidad de La Rioja con una densidad de población similar a la de Laponia, por debajo de 8 hab/km², de ahí que se la conozca como la 'Laponia del Sur', 'Laponia española' o del Mediterráneo.
De hecho, resaltan que el 'Proyecto Serranía Celtibérica' es el mejor ejemplo de “demotanasia”, ya que no se han cumplido ninguna de las propuestas que presentaron en las dos Comisiones del Senado creadas en materia de despoblación ni las Proposiciones no de Ley que aprobaron las Cortes de España y las de Aragón en 2015. Tampoco les han invitado a ninguno de los múltiples congresos y encuentros de ámbito nacional organizados desde enero de 2017. Eso sí, se muestran orgullosos de haber conseguido que a los territorios de baja densidad de población de toda Europa se les pueda aplicar el artículo 174 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea y les destinen el 5% de los Fondos FEDER, que supone 13.000 millones de euros, aunque consideran que esto solo es el "inicio de lo que en justicia les corresponde".
También la 'Plataforma Cívica por Cuenca', la Asociación Cuenca Ahora y la entidad Pueblos Vivos Cuenca se han sumado públicamente a la convocatoria para denunciar el "abandono institucional de la provincia y la falta de inversiones" que ayuden al crecimiento, aunque son conscientes de la “pasividad” que existe en la provincia frente a este fenómeno.
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