Tras las huellas de una Alcarria por descubrir, la conquense
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Ubicación de la granja y distancias respecto a otras explotaciones incluida en el proyecto.
Redacción
La empresa Granja Belinchón S.L., con sede en Madrid, ha presentado un proyecto de explotación ganadera de lechones en transición para 14.616 plazas en Villar de Domingo García, a unos 3 kilómetros de este núcleo de población. En estas instalaciones los animales proceden de granjas de producción de lechones —como la que hay aprobada a 2,2km de la misma localidad para 3.200 reses, aunque aún no se ha iniciado la construcción (ver Alcarria Es Más, 3 de septiembre de 2018)— y permanecen en ellas hasta alcanzar el peso suficiente para ser trasladados hasta una explotación de cebo —como la proyectada para 6.000 cabezas a unos 4 km, en el término de Bólliga (Villas de la Ventosa), actualmente en fase de información pública (ver Alcarria Es Más, 13 de mayo de 2021)—.
La propuesta se encuentra en fase de recepción de consultas a los distintos organismos —paso previo para su exposición a información pública en el Diario Oficial— según recoge NEVIA, la página web desde la que la Junta de Castilla-La Mancha informa sobre las evaluaciones de impacto ambiental de iniciativas como esta. El informe expone que se construirán 6 naves y dos edificios ocupando el 17,88% de la superficie total de las parcelas —por debajo del 20% que marca la normativa actual— cuya ubicación en el polígono 513 “no se encuentra afectada por ninguna figura de protección ambiental, de vías pecuarias y montes de utilidad pública”. Aclaran que que todo el proceso se lleva a cabo en recinto cerrado, “siempre en el interior de naves delimitadas interiormente por corrales que disponen de suficiente superficie y condiciones idóneas” tendentes “a reducir al mínimo el estrés que se les pueda provocar a los animales”. El consumo total de agua estimado por el promotor será de 13.337m3 y la producción anual de purines o residuos de 6.150m3. En cuanto a la gestión de estos explican que “se llevará a cabo mediante un proceso previo realizado en fresco de separación sólido-líquido con posterior almacenamiento del líquido (el 88%)” que “se valorizará finalmente como fertilizante agrícola”.
Distancias de las instalaciones respecto a ríos y carreteras incluido en el proyecto.
Empleo directo para 5 personas a tiempo completo
El estudio estima que, durante la fase de explotación, esta granja dará trabajo a cinco personas de manera directa a tiempo completo y de forma indirecta a otras empresas relacionadas con el sector ganadero y al sector servicios de la comarca (transporte, talleres, empresas de climatización, electricidad, gestorías, ingenierías, etc.). Por ello, consideran que “la actividad económica mejorará debido al consumo de materias primas y la mayor obtención de productos, que llevarán consigo un aumento de empleo”.
En la fase de funcionamiento, apuntan que “la actividad ganadera generará ruidos y olores producidos por la maquinaria y por los animales” aunque matizan que “no es previsible que se superen los límites establecidos y la inexistencia en las inmediaciones de la parcela de viviendas o actividades con presencia continuada de personas, conducen a que el impacto originado no sea significativo”. Asimismo, exponen que los malos olores “se verán reducidos por el sistema establecido para recoger y gestionar los purines” con las fosas de recogida debajo de las naves y cubiertas por estas, lo que “evitará la propagación”. En el informe señalan que este tipo de explotaciones tienen actualmente “un elevado grado de estandarización, en cuanto a edificaciones, instalaciones, protocolos de manejo de los animales y de los residuos” por lo que “el proceso se lleva a cabo de manera estanca en el interior de naves” y en “recipientes impermeables, sin contacto con el medio circundante”. Respecto a las aguas superficiales, subterráneas y suelos califican el impacto de “moderado o bajo, siempre y cuando se lleve a cabo el Programa de Actuación aplicable a las zonas vulnerables a la contaminación por nitratos de origen agrario para la protección de las aguas y suelos agrícolas”.
La plataforma de vecinos que se opone a estas granjas lo califica de "invasión porcina en El Villar"
Pese a que este documento afirma que se trata de “una zona en la que la existencia de granjas es muy escasa, por lo que la acumulación de proyectos de este tipo todavía está lejos de darse”, desde la Plataforma Villar de Domingo García —que agrupa a los vecinos que se oponen a estas instalaciones— lo han calificado de “invasión porcina en El Villar”. En una publicación de Facebook de Pueblos Vivos Cuenca —entidad de la que forman parte— señalan que las tres explotaciones de cerdos que, de salir adelante, habrá en la misma zona, sumarán 3.200 madres más 55.660 cerdos al año más 100.000 lechones anuales que, según sus cálculos, consumirán 93.786.080 litros de agua al año y generarán 38.937.480 litros de purines anuales.
Hay que recordar que el Ayuntamiento de Villar de Domingo García aprobó en octubre de 2019 una ordenanza municipal que regulaba el almacenamiento, transporte, vertido y distribución en fincas rústicas de suelos agrícolas de dichos residuos de origen ganadero, estableciendo el vertido a más de 1km de su casco urbano y a más de 2km de Noheda, donde se encuentra el yacimiento de la villa romana, muy frecuentado por turistas (ver Alcarria Es Más, 21 de octubre de 2019).
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