La Delegada de Educación en Cuenca, Sonia Isidro, con las profesoras. Foto: Ayuntamiento de Salmeroncillos.
Redacción
La lucha por mantener un colegio rural implica batallar por "mantener su único foco cultural, por convertir la naturaleza en un aula que ofrece miles de posibilidades, por transformar un pueblo vacío en un lugar con vida". Esa defensa de una escuela que se cerró en 2012 y reabrió en 2015 ha sido reconocida por el Gobierno de Castilla-La Mancha concediendo al Ayuntamiento de Salmeroncillos uno de sus premios en el 'Día de la Enseñanza'. Como explica su alcalde, Enrique Guerrero, en el vídeo proyectado durante la ceremonia de entrega celebrada el pasado viernes, fueron cuatro años duros para el municipio con las aulas cerradas —se marcharon familias con niños— durante los que lucharon con todas sus fuerzas y con todos los recursos disponibles para lograr una reapertura que llegó acompañada de la reducción de la ratio mínima obligatoria a cuatro alumnos, pues el anterior Ejecutivo la elevó hasta 11. “No se puede concebir un pueblo sin colegio. El silencio es la muerte”, asegura. Aunque los que dejaron el pueblo no volvieron, la escuela de Salmeroncillos de Abajo —que pertenece al Centro Rural Agrupado (CRA) Priego Guadiela—cuenta en la actualidad con 10 alumnos pese a que la localidad, junto con Salmeroncillos de Arriba, suma solo 100 habitantes empadronados, lo que sin duda ha logrado revitalizar el municipio porque "la lucha contra la despoblación también pasa por la defensa de la educación rural".
El alcalde recogiendo el premio. Vídeo en el grupo de Facebook de Salmeroncillos.
Asimismo, en la Alcarria conquense, Leganiel consiguió llenar sus clases y reabrir en 2018 pues llegaron al pueblo nuevas familias gracias al acuerdo que su alcalde alcanzó con la empresa Incarlopsa para que contratara exclusivamente a personas empadronadas para trabajar en su nuevo cebadero de vacuno. Especialmente llamativo es también el caso de Gascueña que en 2007 recuperó el colegio con 2 aulas tras más de 30 años cerrado y en 2016 las amplió a 3 con unos 25 alumnos. Sin embargo, Torrejoncillo del Rey y Villar de Domingo García perdieron sus escuelas en 2016 —y antes aún La Ventosa— y Torralba lo ha hecho este curso al quedarse sin niños que asistan en el pueblo pues los dos únicos que lo hacían pasaron a Secundaria y van al Instituto (ver Alcarria Es Más, 18 de junio de 2019). Aunque la ratio mínima actual es de cuatro alumnos hay varias aulas unitarias que se mantienen abiertas con solo dos, como las de Castejón y Canalejas del Arroyo, pues la Consejería de Educación revisa los casos y hace algunas excepciones.
Escuelas que se mantienen y han cerrado en la Alcarria conquense los últimos años.
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